martes, marzo 24, 2009

SABIDURIA A FLOR DE PIEL...


El otro día fui a Limache, me invitó uno de mis grandes amigos... así que aproveché la oportunidad y me fui por un par de días a su casa. Tomé el bus como a las seis de la tarde, y mientras escuchaba mi infaltable mp3 (por cierto saturado en Rock), se sentó a mi lado una abuelita como de 80 años. Juntos parecíamos una dupla humoristica, pues ella era una dama vestida con trajes simples y colores suaves, mientras que yo iba de negro... destacando mi clásica polera de Iron Maiden. Y bueno el viaje era largo y había que matar el tiempo, así que nos pusimos a conversar de nuestras vidas y familias. Ella resultó ser una chilena que vive más de cuarenta años en Argentina, para ser más exacto en la localidad de Quilmes. Me contó varias anécdotas, como por ejemplo que tuvo la suerte de conocer los EE.UU, me habló de sus nietos, de su marido y hasta de su época juvenil... sin duda, fue un lindo viaje, pues ella iluminó con alegría mi rumbo. También me aconsejó harto ya que por aquel entonces me encontraba pasando por un momento sentimental bastante triste. Me encontró un joven de muy buenos sentimientos... cosa que me dejó muy feliz ya que somos pocas las personas que podemos transmitir esa energía tan positiva. Siempre me ha gustado conversar con las personas mayores, me gusta sentir esa cálida sabiduría, una sabiduría que lamentablemente muchos jóvenes de mi edad no valoran. Llegando al final de su trayecto, al día siguiente partiría a Santiago para viajar al país hermano, se despidió de mi con un cariñoso beso en la mejilla. Recuerdo que me dijo que ya no tenía las mismas fuerzas de antes, ella viene todos los años sola a nuestro país, así que este era, quizás, su último viaje a Chile... y curiosamente yo fui el último porteño a quien bendijo con su ternura, pues ella es de esas abuelitas simpáticas, querendonas que a todos nos gustaría tener. Lo más seguro es que nunca más la volveré a ver... y bueno este será un pequeño homenaje para aquella dama de mirada sincera y presencia benévola.