El guerrero esta herido, es como un enamorado apuñalado, pero siempre sigue adelante pase lo que pase o suceda lo que suceda.
Por años ha sido pisoteado, escupido, insultado, humillado, pero el fuego de su espíritu guerrero sigue ardiendo cada día con más fuerza.
Los golpes ya no le duelen, su mirada es fija y el pensamiento es único...encontrar su destino, aquel que fue entregado por orden celestial.
Camina en busca de su propio rumbo, protegiendo su vida con armas simples, pero a la vez muy poderosas, como la lealtad, el valor, la pasión, la verdad y sobre todo el amor.
Pese a su gran fuerza espiritual y ese valor tan poderoso, se enfrenta con demonios muy fuertes a derrotar, que incluso logran confundirlo, pero él sigue luchando con un alma noble y transparente, además, de llevar sus manos completamente limpias...sin armas que disparen o corten.
La campana de la montaña truena al unisolo de aquel cielo triste, por tanta injusticia vista, que deja caer sus primeras lágrimas en forma de lluvia, mientras el guerrero sigue en busca de su propio horizonte...aquel horizonte perfecto y mágico que solo en sus sueños ha podido encontrar.
Su vida siempre ha sido una batalla fría, desde niño tuvo que aprender a luchar en contra de unos seres oscuros, negativos, violentos y sobre todo envidiosos de su alma pura e inocente.
Aunque posee una impresionante fuerza interior, las batallas lo han agotado, los golpes lo han malherido, pero el guerrero sigue adelante, arrastrándose por la ardiente arena, mientras la sangre brota de su cuerpo para no dejar ver...su incondicional horizonte.
El dolor lo hace delirar, el llanto lo hace decaer, pero su corazón sigue luchando...nada lo detendrá, ni la poderosa muerte, la misma que siempre se ha hecho presente en su largo caminar. El guerrero sigue en busca de su verdadero amor, necesita encontrar su anhelado horizonte, aunque a veces, pareciera que este fuera una completa ilución...
Cada uno de nosotros es un sabio guerrero que lucha día a día contra la adversidad, en busca, de un mundo honesto y más humano. Yo se que ese mundo existe, soy como aquel guerrero...un soñador que lucha por lo que quiere. Dejemos que nuestro corazón nos guié de vez en cuando, ya que no siempre la razón tiene las respuestas que necesitamos. Por que seguir siempre las mismas reglas, miremos más allá de nuestros propios sentidos y aunque nuestros sueños parezcan una verdadera locura...hagamos que esta se convierta en una completa realidad.
